Aún recuerdo cómo era un día de domingo en mi casa y lo que acostumbrábamos a hacer. Nos íbamos con mis padres todos juntos desde por la mañana a la Misa de las ocho. Una de las cosas que más me gustaba es que cuando terminaba la misa, en la salida de la Iglesia había muchos puestos de comida en los que se vendían sopes, tostadas, barbacoa, taquitos, tamales, atole, etc., etc. Bueno, para mí lo más rico por las mañanas eran los tamales y el atole. Eran como un manjar y la alegría de recibir al domingo, así es que yo estaba siempre contento los domingos. Después regresábamos a casa a limpiarla y cada quien hacía su habitación.
A mí lo que me gustaba era lavar el patio, ya que conectaba la manguera y echaba mucha agua y salía hasta la calle y cuando pasaba un perro cerca, lo mojaba y el pobre salía corriendo; también si se asomaba alguno de mis hermanos lo mojaba. Esto me divertía un montón. Hasta que venía mi papá y me quitaba la manguera no paraba de regar agua.
Después, ya como a las 11 de la mañana o así nos subíamos todos a la camioneta de papá y nos llevaba de paseo. Por lo regular íbamos a Xochimilco que está en el D.F. y son unos canales de agua donde hay unas canoas o lanchas en las que te llevan a dar un paseo; las impulsa una persona con un palo muy largo que llega hasta el fondo. Este lugar es muy turístico, es bonito y siempre tiene mucho ambiente. Las canoas de Xochimilco están decoradas con un arco lleno de flores en los cuales llevan el nombre de mujeres: “Mi Lupita”, “Mi Anita”, y así, por lo regular están todos los nombres más comunes de México.
Mis hermanas querían siempre subirse en la que llevara su nombre, pero eso no era posible muchas veces, ya que como hay mucha gente en espera a que llegue la canoa, nos teníamos que subir en la que nos tocara. En cada canoa viaja una sola familia. Hay muchísimo tránsito de canoas: en unas llevan comida para vender, en otros tríos musicales, en otras “mariachis” que son las más solicitadas. A mi papá y a mi mamá les gustaba mucho la música de los mariachis y a nosotros también. Mi papá bailaba con mis hermanas y mi mamá con nosotros los hombres. Recuerdo que en una ocasión íbamos todos bailando y a nuestro lado los mariachis en otra canoa, casi tocándonos, cuando, de repente, chocamos con otra canoa y fuimos a parar casi todos al agua, también los mariachis con todos sus instrumentos. Ahí andaban flotando guitarras, sombreros,…de todo había en el agua. Fue ese un día inolvidable. Han pasado ya más de cuarenta años, lo recuerdo como si fuese ayer y me vuelvo a reír mucho.
I still remember Sundays in my house and what we used to do. In the morning, we went with my parents, all together, to mass at eight. One of the things I liked most was that when mass finished, outside the church there were many food stalls in which they sold “sopes”, toasts, barbecue, “taquitos”, “tamales”, “atole”, etc. Well, for me, the tastiest in the morning were the tamales and atole. They were like a delicacy and the happiness of receiving the Sunday, so I was always happy on Sundays. Afterwards, we went back home to clean it and each of us tidied his bedroom.
What I really liked was to clean the patio, because I connected the hose and poured a lot of water. Then, I went to the street and when a dog was nearby, I got it all soaked and the poor thing left running; I also wetted one of my brothers if they appeared. That was very funny. I didn’t stop watering until my father arrived and took the hose away from me.
Later, at about eleven in the morning we got on dad’s van and he took us for a drive. We used to go to Xochimilco, which is in the D.F, and they are water channels where there are some canoes or launches in which they take you for a ride. They are pushed by a person with a very long stick that reaches the bottom. This is a place where are lots of tourists come, it is beautiful and it is always full of people. The Xochimilco canoes are decorated with a bow full of flowers with the name of women. “My Lupita” “My Anita” and, so, they have all the most common names in Mexico. My sisters always wanted the boat that had their name but it was not often possible because there were a lot of people waiting for the canoe, so we had to get into the one that arrived .Only one family can travel in each canoe. There is a lot of movement of canoes: some carry food that is sold, in others there are musical trios, in others “mariachis”; these are the most requested. My mum and dad loved the music of mariachis and so did we. My dad danced with my sisters and my mum with us, the men of the family. I remember once, when we were dancing and the mariachis were besides us in a canoe, almost touching us, when, suddenly, we crashed with another canoe, and almost all of us ended in the water, as well as the mariachis with all their musical instruments. There you could see guitars, hats… floating, there were a lot of things in the water. That was an unforgettable day. More than forty years have passed since then. However, I remember it as if it had happened yesterday and I laugh a lot again.
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Sope-fried tortilla topped with refried beans, onion and hot sauce.
Tamale-ground maize and sometimes meat or a sweet filling wrapped in a banana or maize leaf.
Atole – hot maize drink.
Taco-a Mexican dish consisting of a fried and folded or rolled tortilla filled with chopped meat, shredded lettuce, etc.
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